Muchos profesionales desarrollan su trabajo en el ámbito de la investigación que, por otra parte, puede profundizar en torno a diferentes temas de letras o ciencias. La tesis doctoral es un ejemplo de proyecto de investigación que lleva a cabo un doctorando cuando, tras finalizar sus estudios universitarios, decide ampliar su formación para obtener un mayor nivel de especialización.
Sin embargo, la capacidad de investigar sobre un tema relacionado con la carrera es inherente al estudio de un grado que se complementa con la realización del TFG. ¿Y qué es un tfg? El trabajo de fin de grado. Es decir, si quieres conseguir el título universitario para poder trabajar, debes hacer el TFG.
¿Y por qué es necesario hacerlo en la actualidad?
Es una propuesta que está integrada en el calendario de estudio de diferentes grados. De este modo, tras haber realizado los diferentes cursos que componen el itinerario académico, el alumno se adentra en la realización de un proyecto de investigación breve sobre un tema que está relacionado con el contenido de la carrera. Dicho proyecto de investigación proporciona la experiencia deseada en la búsqueda de fuentes de información. Es decir, el investigador debe documentar su trabajo con datos y fuentes. Además, también tiene la oportunidad de poner en práctica todo lo que ha aprendido durante su periodo académico.
Dentro de un campo de conocimiento, existen numerosos temas que pueden convertirse en objeto de una investigación más profunda. Es decir, el investigador puede explorar distintas alternativas antes de acotar de forma más concreta el título de su trabajo. El reto de la investigación puede ser complejo en algunos momentos. Suelen surgir dudas en torno a la estructura, la orientación o el enfoque. Pero conviene indicar que el investigador no afronta este proceso en soledad. El trabajo está orientado y guiado por un tutor que acompaña al investigador durante la realización del trabajo de fin de grado.
Aunque el trabajo de fin de grado no es tan extenso como una tesis doctoral, el proyecto se afronta de forma más eficiente desde la planificación. Es decir, es recomendable que si quieres hacer el TFG crees un plan de acción y establezcas diferentes objetivos temporales. La perspectiva temporal del calendario puede brindarte la posibilidad de visualizar la evolución de tu proyecto de investigación. Establece un orden en tus metas semanales para no acumular tareas pendientes durante el proceso. De este modo, también puedes ganar tiempo en la recta final para ocuparte de la revisión detallada y de las correcciones que requiere el contenido.
La estructura del trabajo de fin de grado debe ser muy clara. El índice tiene una especial relevancia en relación con esta cuestión porque ofrece una presentación del esquema que sirve para estructurar el proyecto.
¿Pero cómo elegir la temática de un proyecto de investigación de estas características?
Puedes aprovechar la ocasión para dedicar más tiempo a un tema que despertó tu atención durante la carrera. ¿En torno a qué objeto de estudio te gustaría profundizar con más detenimiento durante la realización del proyecto? Es muy importante que el tema te guste, te interese y te motive. Vas a invertir un tiempo significativo en consultar distintas fuentes de información. Pero también es muy positivo que el tutor del proyecto sea especialista en ese campo.
La calidad del proyecto de investigación pone el foco, de forma principal, en el contenido. Es decir, en la perfecta conexión que existe entre la idea principal y la argumentación que se desarrolla a lo largo del proyecto. Del mismo modo, los datos más relevantes pueden quedar sintetizados en las conclusiones. Pues bien, el TFG también pone el acento en la imagen. La presentación del trabajo es muy importante a simple vista porque facilita la lectura. En consecuencia, es fundamental cuidar estética.