Un informe es un documento que reúne información de valor en torno a un tema específico. Es una herramienta de apoyo para clarificar una cuestión determinada. En consecuencia, es una fuente de consulta para tomar una decisión, conocer mejor el contexto de una cuestión o contrastar datos. Es un medio que se utiliza en diferentes ámbitos como, por ejemplo, en la empresa. ¿Cómo hacer un informe? En Formación y Estudios te damos seis consejos.
1. Objetivo principal
¿Cuál es la finalidad que ha propiciado la realización de dicho informe? ¿Cuál es el motivo por el que conviene llevarlo a cabo? En definitiva, profundiza en la meta final para determinar el «para qué».
2. Crea un primer borrador con una estructura coherente
Si quieres elaborar un informe, es importante que pongas atención en los detalles para perfeccionar el proyecto. Sin embargo, el primer borrador también es muy importante. Utiliza un esquema claro para estructurar las ideas principales. En el apartado de la introducción, puedes contextualizar el motivo y el tema del informe. En la parte del desarrollo posterior, tienes el espacio necesario para añadir datos de valor que presenten la cuestión principal de forma más detallada.
El cierre del informe pone el punto final en el documento con una serie de conclusiones que sintetizan los aspectos más relevantes de los apartados previos. Introducción, desarrollo y conclusión pueden abordarse de forma independiente pero también desde una perspectiva complementaria.
3. Documentación y fuentes de investigación
Un informe es verdaderamente útil y clarificador cuando aporta información de interés en torno al tema central. Elabora una lista con aquellas fuentes de documentación que puedes consultar para redactar el texto. Selecciona aquellos materiales que están directamente vinculados con el tema central. En definitiva, busca datos contrastados para hacer un análisis más completo.
4. ¿A quién se dirige el informe?
Hay varias cuestiones que debes valorar en la fase de preparación del informe. Por una parte, ten en cuenta que el esquema aporta una estructura que permite ordenar las ideas principales. Sin embargo, el enfoque también puede cambiar en función de la perspectiva. ¿A quién se dirige el documento? ¿Quién va a consultar los datos? Es esencial que el autor del texto conecte con la perspectiva del destinatario final durante la fase de preparación del informe. El destinatario final es importante porque conviene adoptar un tono y un lenguaje que conecte con el interlocutor.
5. Otros recursos de interés
Un informe de calidad ha sido desarrollado a partir de diferentes fuentes de información. Una labor de investigación que es clave para profundizar en torno al objeto de estudio. Sin embargo, la extensión del informe y los medios disponibles son limitados. Es posible añadir otros recursos de interés para que el destinatario final pueda consultar más datos sobre el núcleo de la cuestión. Por ejemplo, es posible incluir una bibliografía con publicaciones interesantes.
6. Revisa el documento antes de entregarlo
La elaboración de un informe se estructura en diferentes etapas. Tras la elaboración del primer borrador, el texto se completa con la atención al detalle. Y es importante cuidar la escritura en forma y contenido. Es decir, es esencial realizar las correcciones y mejoras oportunas antes de entregar el documento en el plazo señalado.
Por tanto, la elaboración de informes se enriquece a partir de la experiencia adquirida en este ámbito. Es importante analizar el asunto desde una perspectiva completa. No solo es preciso poner el acento en los aspectos positivos del tema analizado, sino también en los retos, desafíos y oportunidades. Finalmente, adopta un lenguaje claro: es fundamental que el lector comprenda los datos y conclusiones que se han aportado en el documento.