Cómo potenciar el liderazgo que llevas dentro

Entrevista de trabajo

Todas las personas pueden ser unos buenos líderes si se lo proponen, solo tienes que quererlo e inspirarte en ejemplos de liderazgo positivo. La autoridad no tiene que estar emparejada con la intimidación. Ser un líder agresivo no es buena idea porque no servirás de inspiración a nadie y tus trabajadores no estarán a gusto en su puesto de trabajo o tus alumnos no estarán felices aprendiendo de ti.

Cuando se dirige a otro grupo de personas se necesita ser una buena inspiración hacia otros para levantar expectación, para que aprendan de ti, para que sepan qué se espera de ellos. Si quieres sacar el liderazgo que tienes dentro y ser una buena inspiración para otros, no pierdas detalle de los siguientes consejos.

Sé una persona honesta

La confianza es la base de cualquier relación humana. Cuando existe falta de confianza entonces fallará todo lo demás. La confianza se convierte en un imperativo en el lugar de trabajo. Cuando eres abiertamente honesto, siembras las semillas de la confianza y eso a su vez hace crecer el jardín de compromiso de las personas que tienes a tu cargo. En cambio, la deshonestidad es un herbicida en ese mismo jardín.

Aprende a escuchar

Algunas personas escuchan de mala gana y se nota. El hablante se siente marginado y sin importancia. Las personas que se sienten así simplemente no se preocupan lo suficiente como para intentar hablar contigo la próxima vez. Cuando escuches, tendrás que absorber todo lo que la otra persona te está diciendo. Comprende la situación de manera holística, incluidos los matices emocionales. Cuando lo hagas, tus empleados sentirán que realmente te importan.

Prepara la entrevista de trabajo

Sé humilde, pero no arrogante

La humildad es la visión modesta de la propia importancia. Si eres jefe solo tendrás éxito si tus empleados trabajan bien y contentos. Si eres maestro o formador, solo tendrás éxito si tus estudiantes están motivados en tus enseñanzas. Esto significa que tanto tus trabajadores o estudiantes son más importantes que tú, al menos en cuanto al rendimiento corporativo.

Conecta con los demás

El liderazgo es hacer las cosas a través de las personas. Si no se estás conectando con tu gente a menudo, en persona, en su entorno, entonces no puedes conocer sus problemas, sus preocupaciones y sus vidas. Salir de la oficina y llegar al taller donde los demás trabajan hará que los empleados sientan que también eres parte de su mundo, porque en realidad también lo eres.

Establece un buen ejemplo de ética en el trabajo

Si quieres que tus empleados tengan una buena ética en el trabajo, entonces tendrás que mostrarles que tú también sigue esas normas de ética laboral. Ir a trabajar no significa ni debe significar ir a sufrir. Tienes que demostrar a tus empleados las cualidades que quieres ver en ellos, ya sea precisión, innovación o simplemente amabilidad. Desde ser empático a mostrar una vestimenta en el trabajo… todo cuenta.

Pregunta; ¿cómo te puedo ayudar?

Es una pregunta simple y puedes comunicar muchas cosas con estas 4 simples palabras. Podrás decirles que te importan y que sus necesidades son escuchadas. Les estarás diciendo también que quieres que tengan éxito y por eso, harás lo que tengas en tu mano para conseguirlo. Sus necesidades son importantes y ellos como personas, también lo son.

Es una manera de que tus empleados confíen en ti y que te digan qué necesitan siempre que lo requieran. Aunque en ocasiones es posible que debas establecer límites, esto no es malo, porque sabrán hasta donde pueden pedirte en caso de que lo necesiten pero tendrán la confianza suficiente para comunicarte sus necesidades.

Actúa con integridad

La integridad hace lo correcto, incluso cuando nadie está mirando. Pero la gente siempre está mirando… Cuando actúas sin integridad, los empleados se motivan a cuidar de sí mismos, no pensarán en ti ni tampoco en tu empresa. Solo querrán ganar su dinero a fin de mes pero sin tener más compromisos o responsabilidades. En cambio, cuando muestras integridad mostrarás y comunicarás lo que esperas de tus empleados y ellos, podrán actuar en consecuencia.

Sé optimista

Nadie sigue a un pesimista porque genera malos sentimientos. En este sentido es buena idea entrenar tus pensamientos positivos, sonreír cada día aunque te cueste hacerlo y verás cómo tu equipo laboral se transformará poco a poco en personas animadas y más productivas.

No te centres en criticar a tu equipo, lo que debes hacer es ser su mejor guía.


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