Son dos de los aspectos en los que los alumnos tienen más problemas a la hora de estudiar. Cuando nos ponen los apuntes por delante, tenemos no sólo que leerlos, sino también comprender lo que pone y, además, memorizar los conceptos. Tres tareas que usualmente se realizan de una vez pero que, en el caso de que los estudiantes tengan podremos, tendrán que asimilar de otra forma.
Cuando un estudiante lee bien, ya tiene completa una de las tareas. Sin embargo, también tendrá que comprender lo que está leyendo para saber lo que pone y, por lo tanto, entender los conocimientos que debe adquirir. Finalmente, llega el momento de memorizar los contenidos. Quizá sea lo más difícil, pero también es lo más imprescindible para que podáis hacer frente a los exámenes o controles que deberéis completar.
Entonces ¿qué tenemos que hacer para completar las tareas que hemos comentado? El aprendizaje comienza desde que los alumnos son pequeños. Pero continúa durante toda la niñez y la adolescencia, ya que en estas épocas también se enseñará a los estudiantes a que lean y escriban mejor de lo que ya lo están haciendo. Podríamos decir, en otras palabras, que se va estudiando sobre la marcha, a la vez que se aprende a cómo hacerlo.
Ahora, dejemos de pensar en los estudios y extrapolemos este caso a la vida real. Como ya podréis imaginar, la lectura y la comprensión es algo que también tendréis que realizar durante la vida cotidiana. Y es que, sin haberos dado cuenta, habéis aprendido a comportaros correctamente durante la vida adulta.