Digámoslo, en un principio, con pocas palabras y de forma directa. Hay ocasiones en las que tenemos que estudiar para un examen pero, no obstante, no tenemos tiempo para hacerlo. Ya sea por los propios estudios, o por circunstancias parecidas, no podemos alagar las horas que tenemos que estudiar, por lo que debemos mirar alternativas.
Este esta problemática, no son pocos los estudiantes que deciden dormir menos, si así van a conseguir buenos resultados. Mientras que uno se acuestan tarde repasando, otros se levantan temprano. En los dos casos, tendrán más tiempo para estudiar. Lo que nos preguntamos es, ¿qué debemos hacer para que nos afecte lo menos posible?
Hay mucha gente que opina que acostarse tarde es la mejor opción. Sin embargo, tampoco son pocos los que dicen que la decisión acertada es levantarse temprano. En un principio, cualquiera de esas alternativas es válida, aunque hay ciertas diferencias que debemos tener en cuenta.
En primer lugar, si nos acostamos tarde, cuando nos levantemos al día siguiente habremos dormido menos horas. Pero, si nos levantamos temprano, podemos intentar descansar las horas suficientes, haciendo así que nuestro rendimiento no se vea afectado. Esta es, en un principio, nuestra decisión. Es mejor levantarse temprano para estudiar, ya que podremos manejar la situación de una forma diferente.
Por supuesto, también os aconsejamos que tengáis en cuenta ambas situaciones, ya que puede conveniros más una que otra. Incluso puede que lo hagáis como una excepción. Casos que deberemos ver de una forma más detenida, y ante los que tendremos que actuar con toda la precaución que podamos.
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