Ante la llegada de un nuevo curso, una de las cosas que tendremos que hacer (aparte de comprar los libros de texto) será adquirir los materiales básicos para las clases. Hablamos de cosas los lápices, los bolígrafos, o incluso los cuadernos que utilizaremos en el día a día. Se trata de artículos que deberemos obtener si queremos seguir las clases a diario. Bueno, a veces no es necesario que los compremos todos.
En el caso de que nos hayan quedado materiales del curso pasado, podemos reutilizarlos con el fin de evitar su compra. Sin duda, se trata de una buena opción que nos permitirá ahorrarnos una gran cantidad de dinero. De hecho, muchas veces terminamos un curso y algunas cosas se queda a medio usar. Las podemos guardar para cuando las necesitemos, hasta gastarlas por completo.
Está claro que no podremos volver a utilizar muchos de los libros de texto. Pero eso no quiere decir que no haya otros materiales que podamos reutilizar sin ningún problema. Imagináos, por ejemplo, que a uno de los bolígrafos no se le ha acabado la tinta. Sería buena idea guardarlo y volver a usarlo cuando sea necesario. De esta forma, evitaréis tener que volver a comprar uno nuevo, con el ahorro que ello conlleva.
En definitiva, cuando terminéis el curso, haced una pequeña lista con las cosas que os podrán servir en un futuro y las que no. De esta manera ahorraréis espacio y podréis guardar aquello que pueda seros útiles dentro de un tiempo. Una actitud que os resultará más que interesante.
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