Los casos de éxito se repiten en cada curso. Normalmente, hay un determinado número de alumnos (alrededor de uno o dos por clase) que consigue excelentes notas, con unos resultados en los exámenes que quedarían sorprendido a cualquiera. Se trata de personas a las que les gustan mucho los estudios, o que simplemente tienen una capacidad cerebral lejos de toda duda. Se esfuerzan siempre en dar lo mejor de sí. Algo que se nota.
Pero ¿qué sucede con esas personas que no quieren esforzarse, y a las que los estudios les parecen una tarea sin importancia? Es normal que no obtengan buenas notas. Si no trabajan para conseguirlas, lo más seguro es que vayan siendo objeto de estadísticas realmente malas. Sin embargo, nosotros les decimos que los estudios son muy importantes, ya que de ellos dependerá nuestro futuro y, sobre todo, el puesto de trabajo que desempeñen.
Es necesario que los alumnos se esfuercen por varios motivos. En primer lugar, para conseguir los tan ansiados aprobados. Por otra parte, para que los profesores vean los buenos resultados y, por lo tanto, les vayan dando nuevas oportunidades. De hecho, no sería la primera vez que una persona es contratada gracias a las excelentes notas que está obteniendo. Al final ese número va a ser incluso más importante de lo que nosotros estamos diciendo.
Es muy importante que os esforcéis. Tened en cuenta que, si sacáis buenas notas, también iréis obteniendo diferentes tipos de ventajas, además de aprender un montón de cosas interesantes. Aunque no os gusten los estudios, podéis probar a estudiar mucho durante un curso. Estamos seguros de que este tipo de tareas os gustarán cada vez más.