Un texto puede analizarse desde diferentes perspectivas. Por ejemplo, es posible profundizar en el significado de las palabras o, también, en la estructura y composición de las frases. El verbo es uno de los elementos más importantes del predicado. Hace referencia a una acción concreta que se convierte en un núcleo de la oración. Pero, a su vez, el verbo también puede estar acompañado por otros complementos. Por tanto, enriquecen la información que proporciona el propio verbo. Añaden algún matiz o dato relevante que contextualiza el significado.
En ocasiones, cuando lees con detenimiento una frase y analizas con calma su estructura y su significado, puedes observar que el propio verbo, por sí mismo, requiere de algún tipo de información añadida. Conviene señalar que los complementos verbales, que comentamos con más atención a continuación, se enmarcan en el predicado.
Complemento directo
¿Cuál es su relación con el verbo que describe la acción principal? Es el objeto al que remite la acción del verbo, es decir, impacta en él directamente.
El atributo
Como hemos mencionado, los complementos verbales proporcionan información de valor en el contexto de una oración. El atributo presenta una particularidad concreta. Conviene señalar que, para que se presente en el texto, debe estar acompañado por verbos copulativos. Crean una conexión entre el sujeto y el predicado. Ser y estar son dos ejemplos de ello. De este modo, el atributo se alinea con una característica o cualidad que identifica al sujeto.
Complemento circunstancial
El verbo de una oración describe la acción principal. Por tanto, proporciona un dato que está directamente vinculado con el sujeto de la oración que, por otra parte, es aquel que desarrolla la acción. Sin embargo, el verbo también puede desarrollarse en un contexto específico de tiempo o lugar. Dicho complemento también puede hacer referencia al modo en el que se lleva a cabo una acción o, también, a un aspecto relacionado con la cantidad.
Por ejemplo, un complemento circunstancial de lugar hace referencia al entorno en el que transcurre la acción del verbo: en una cafetería, en un pueblo, en el salón de casa, en la escuela, en el trabajo… El complemento circunstancial de tiempo, por su parte, está directamente vinculado con la perspectiva temporal del calendario. Es decir, acota el momento en el que sucede una acción concreta: ayer, hoy, mañana… El verbo no solo puede tener una finalidad, sino también una causa que remite al porqué.
Complemento agente
¿Qué ocurre cuando una oración está escrita en voz pasiva? Entonces, es posible identificar el complemento agente. La voz pasiva transforma de forma significativa la posición del sujeto en el contexto de la oración. En ese caso, el sujeto no remite de forma directa a quien lleva a cabo la acción principal, sino que, por el contrario, sobre él recae el impacto del verbo. ¿Cómo identificar el complemento agente en una oración que está en voz pasiva? Existe una fórmula muy sencilla que puede ayudarte a identificarlo. Cuando dicha oración se transforma a través de la voz activa, el complemento agente se convierte en el sujeto.
Complemento indirecto
La acción del verbo incide directamente sobre el objeto directo. Y la oración también puede complementarse con el objeto indirecto cuando integra un verbo transitivo.
Por tanto, el predicado es una de las partes más importantes de una oración. Por ello, el análisis de una frase pone el acento de forma especial en el sujeto y en el verbo del predicado. La acción, por su parte, también puede estar acompañada por otros complementos como hemos comentado previamente. Complementos que añaden información y matices que enriquecen el sentido general de la frase.