Se trata de una situación bastante peliaguda. Imaginad que os habréis preparado durante semanas para hacer frente a un examen bastante importante. Por delante han pasado decenas de horas de estudios de las que habéis podido sacar bastante provecho. Pero, de un momento a un otro, vuestro cuerpo no aguanta más y os ponéis enfermos. Lo peor es que eso sucede el día antes. ¿Qué hacer en este tipo de situaciones?
Es un problema muy gordo. En primer lugar, hay que tener en cuenta que todo depende de la gravedad. Podemos tener desde un simple dolor de cabeza hasta un constipado que ni siquiera nos deje movernos de la cama. Por una parte, podemos tomar algún tipo de pastilla con el fin de calmar temporalmente los dolores (y que nos dé tiempo a hacer el examen) Por otra, es posible que no podamos hacer eso.
En el caso de que podáis tomaros una pastilla, ya estará todo arreglado. Hará su efecto y podréis acudir al centro de estudios durante el tiempo suficiente como para salvar el día. En el caso de que no sea así, nuestra principal recomendación es que llaméis al instituto y comuniquéis que os será imposible ir. También sería conveniente, al día siguiente, presentar algún tipo de justificante con el objetivo de que los profesores os pongan el examen más adelante. Así no lo perderéis.
En cualquier caso, cuando veáis que vais a tener un examen importante, será mejor que os pongáis manos a la obra para tener el cuerpo en perfecto estado. Así no habrá inconvenientes de última hora.