La figura del portero ha estado muy presente en grandes comunidades de vecinos ubicadas en diferentes ciudades. El portero representa una figura de referencia para las familias que residen en el bloque. De hecho, su presencia incrementa el nivel de seguridad en el edificio, puesto que comprueba quién accede al portal.
El propio profesional que trabaja como portero tiene la posibilidad de disfrutar de una vivienda en la comunidad. Conviene puntualizar que la cesión del espacio para tal fin se desarrolla de manera temporal. Es decir, el portero disfruta de ese hogar durante los años en los que realiza su actividad y ofrece sus servicios a la comunidad. ¿Cuáles son las ventajas del trabajo de portero o conserje?
El trabajo de portero tuvo una gran proyección en el pasado
El trabajo desarrollado por este profesional es clave para mejorar el cuidado y el mantenimiento de las instalaciones. Realiza una limpieza completa de todas las partes que componen las zonas comunes. Hace un seguimiento constante del estado en el que se encuentran las escaleras, la entrada y el ascensor. De este modo, los vecinos disfrutan de un espacio agradable, limpio y ordenado. Por otra parte, un portal cuidado incrementa el valor de los inmuebles que se sitúan en el edificio.
La contratación de un portero representa una inversión en aquella comunidad de vecinos que valora las ventajas de contar con este profesional en el edificio. Es un profesional que también puede ocuparse de contactar con un experto si se produce una avería urgente. En ese caso, su intervención es clave para simplificar el proceso de reparación. Es probable que él mismo tenga las habilidades y competencias esenciales para ocuparse de ese tipo de incidencias.
La figura del portero tuvo una gran proyección en el pasado. Su presencia era habitual en grandes edificios con jardines ubicados en las ciudades. Dicho profesional establece un vínculo de confianza con los vecinos. Sin embargo, las comunidades han evolucionado. Actualmente, muchas de ellas prescinden de este profesional, aunque sí solicitan los servicios que este desempeñaba. Como hemos comentado, era habitual que el portero disfrutase de una vivienda en la comunidad en la que desarrollaba su actividad.
La profesión de portero ha evolucionado hacia la de conserje
En la actualidad, es habitual que las comunidades de vecinos contraten los servicios de un conserje. En ocasiones, se hace alusión a ambas profesiones como si fuesen completamente idénticas. En esencia, las funciones del portero y del conserje son las mismas. Sin embargo, las condiciones del trabajo desarrollado son diferentes. Este último no reside en un inmueble que está ubicado en el edificio en el que trabaja. Es decir, está presente en el edificio, únicamente, durante el horario en el que se enmarca su jornada. Por tanto, se ocupa de las tareas de limpieza, de las reparaciones y de aquellas funciones que quedan indicadas en el contrato.
La óptima gestión de las comunidades de vecinos genera nuevas oportunidades de empleo. Es habitual que los vecinos busquen soluciones adaptadas a sus necesidades con el objetivo de potenciar el mantenimiento de las instalaciones y realizar un óptimo seguimiento del edificio. Pues bien, el papel del administrador de fincas posiciona su propuesta de valor en todo tipo de comunidades. A pesar de que la profesión de portero ha evolucionado hacia la de conserje, eso no significa que no puedas encontrar ofertas de empleo de comunidades de vecinos que solicitan los servicios de un profesional que reside de forma permanente en el propio edificio.
¿Cuáles son las ventajas del trabajo de portero o conserje? Generalmente, es un puesto de empleo que aporta estabilidad a largo plazo.