En la sociedad en la que nos encontramos, las escuelas o instituciones educativas son las que enseñan conceptos que debes aprender, pero no te enseña nadie a cómo debes aprenderlo. Parece que las técnicas de estudio son algo innato en las personas… Y nada más lejos de la realidad.
En realidad, las personas necesitan tener técnicas de estudio muy claras y una organización muy concreta para que el cerebro acepte interiorizar ese aprendizaje. En este sentido, una vez que tengas claras las técnicas que van mejor contigo, deberás tener también algunos trucos bajo la manga para que de esta manera, estudiar sea mucho más sencillo para ti.
Marca tus objetivos
Márcate objetivos claros en tu plan de estudios para saber qué quieres lograr. Si quieres aprobar un examen con un notable, entonces tendrás que tener como meta ¡sacar un diez! Porque si tu meta es simplemente aprobar o sacar un 5, entonces… suspenderás. Tendrás que establecerte objetivos realistas y trabajar más si es necesario para conseguir tu metas. Desarrolla un plan de estudio con esos objetivos en tu mente.
Planifica bien tu tiempo
Como tu tiempo es oro, debes planificarlo bien. Así podrás organizarte y aprovechar al máximo tu tiempo, teniendo descansos, pero sin perder el tiempo demasiado. Al organizar tu tiempo ganarás en calma y la ansiedad desaparecerá por sí sola. Si no te preparas, solo estarás preparado para fracasar.
¡Descansa!
Dentro de tu tiempo bien planificado debes tener tiempo para el descanso… No eres una máquina y tu cerebro necesita desconectar y centrarte en otras cosas que le motiven y le relajen. No podrás tener una buena concentración si no tienes tiempo para recuperarte de lo que llevas trabajado.
Esto pueden ser descansos de 10 minutos, ir al gimnasio, hablar con un amigo o simplemente tomar una taza de té caliente para reponer energías. Tomar descansos regulares te ayudará a concentrarte mejor y a aumentar tu productividad.
¡Ponte a prueba!
Es necesario que cuando lleves un tiempo estudiando te pongas a prueba. El cerebro puede olvidar cosas que pensabas que habías aprendido solo porque hace demasiado que las estudiaste. La solución para que esto no ocurra es que te prepares mentalmente para poder recordar fechas, nombres, fórmulas… hazte cuestionarios regulares de forma habitual para que tu mente siga en activo con esa información y la mantenga fresca en tu cerebro.
Mantén una mente positiva
Si piensas en negativo no podrás alcanzar buenos resultados porque ya te estás vetando mentalmente a conseguirlo. Tu actitud tiene un gran impacto en tu estudio y esto lo obtendrás en la eficacia de tu proceso de aprendizaje. Si sigues pensando o diciendo que no puedes hacerlo, no te comprometerás realmente a aprenderlo y estudiar solo será una tarea tediosa y difícil.
Es necesario que te enfoques en los resultados positivos y en cómo puedes usar tus fortalezas individuales para lograrlos. Cuando piensas de forma positiva, los centros de recompensa de tu cerebro tienen más actividad y esto te hará sentir menos ansioso y más abierto a interiorizar nuevos conceptos.
¡Recompénsate!
Hay muchas maneras de integrar un sistema de recompensa en tus hábitos para que aprendas cómo estudiar para los exámenes de manera más eficiente. Por ejemplo, cuando tengas una página aprendida, puedes tomarte…¡un osito de gominola!
Divide y vencerás
Para que el aprendizaje te sea más sencillo, no quieras aprenderlo todo de golpe. Necesitas dividir la información en secciones o segmentos más pequeños para que de esta manera, tu cerebro asimile mejor la información. Divide un punto en diferentes subpuntos y no pases al siguiente hasta que te hayas aprendido los primeros.
Explica lo que has aprendido
Cuando creas que te sabes una lección, solo tendrás que explicar lo que has estudiado a otra persona, ¡con tus palabras! Esto quiere decir que no tendrás que explicar los conceptos como si fueses un robot… Lo ideal es que expliques cada sección de lo que llevas estudiado con tus palabras. Escoge a una persona de confianza que pueda estar a tu lado en este proceso de estudio.
Un psicopedagogo puede ayudarte a mejorar en tu estudio y a potenciar tus técnicas de aprendizaje. Si con todo lo expuesto en este artículo aún te cuesta estudiar y estos trucos son insuficientes para ti, entonces no dudes en contactar con uno para que te dé estrategias específicas de estudio según tu caso concreto.