¿Qué es el bullying escolar y cuál es su impacto? El entorno académico es un espacio de convivencia, aprendizaje y crecimiento. Un entorno humanista es nutritivo y promueve el desarrollo integral. La educación en valores es un pilar esencial en la vida familiar, pero también en el campo académico. El respeto mejora los vínculos de compañerismo. Sin embargo, existen acciones y palabras que no se alinean con la práctica de la amabilidad y la comprensión.
Los episodios de acoso escolar impactan de forma negativa en el bienestar y autoestima de las víctimas. El acoso es una forma de violencia que se integra en el ámbito educativo. Pero su huella traspasa más allá de las instalaciones del centro. Es decir, es posible que la víctima sufra humillaciones cuando se encuentra fuera del aula con aquellos compañeros de clase que ejercen el acoso.
El acosador es quien realiza la acción de forma directa e inmediata. Sin embargo, en el grupo existe otro rol que conviene tener en cuenta: el testigo. Es decir, forma parte de la escena en la que se enmarca el problema. Percibe lo que ocurre a su alrededor. Sin embargo, guarda silencio porque tiene miedo. De este modo, la soledad de la víctima aumenta. Pero conviene puntualizar que el testigo también puede compartir con un adulto cercano aquello que está sucediendo (como de hecho ocurre en muchas ocasiones). Es un paso clave para que la situación empiece a visibilizarse todavía más.
Tipos de acoso escolar en los centros educativos
Existen diferentes tipos de acoso y todos ellos producen un enorme sufrimiento en la víctima. El daño ocasionado puede ser físico, como ocurre en un golpe que produce un malestar en quien lo recibe. En otros casos, el acoso es verbal. Se manifiesta cuando el agresor ridiculiza a la víctima por medio de palabras hirientes. Los insultos repetidos son un posible ejemplo de ello.
El caso también puede derivar en una situación de soledad, indiferencia y aislamiento. Así ocurre cuando varias personas del grupo hacen al vacío a la víctima en el recreo o durante el tiempo libre. Por ejemplo, tal vez no le inviten a los cumpleaños o no muestren interés en asistir a su fiesta.
En otros casos, el acoso también se prolonga a través de la tecnología (que está tan integrada en la comunicación y en las formas de interacción de las nuevas generaciones).
Una situación de acoso se agrava todavía más cuando los síntomas iniciales pasan desapercibidos. Algunos adultos cometen el error de interpretar ciertas acciones como detalles que no tienen demasiada importancia. Al propio silencio de los testigos se suma el de la víctima. Con frecuencia, no comunica a su familia aquello que le ocurre.
El acoso escolar es un tema muy actual que también ha sido tratado en cine y literatura. Una película que profundiza en torno a este concepto es Wonder. Y lo hace a través de la historia de su protagonista: un niño de diez años. La trama de la película se inspira en una novela que es un auténtico éxito de ventas titulado Wonder: La lección de August. La historia muestra la superación constante de su protagonista y la influencia del entorno en la protección de la víctima.
La labor de centros educativos y familias en la prevención del acoso
Los centros educativos cuentan con profesionales preparados para afrontar el problema. Es decir, disponen de protocolos de intervención para actuar ante la identificación de las primeras señales. La colaboración de los padres también es clave: la participación de las familias en la comunidad educativa es muy importante. La comunicación habitual mejora la convivencia y crea puentes para solucionar las dificultades. El Día del Acoso Escolar se enmarca el 2 de mayo. En torno a esa fecha se programan iniciativas de sensibilización, formación y educación.