Es importante aplicar el razonamiento y la reflexión durante el proceso de estudio. Es decir, es positivo que el alumno tenga la capacidad de explicar con su propia voz el contenido de un tema. Sin embargo, existen datos que deben memorizarse durante la preparación de un examen. Por ejemplo, el nombre de un autor, una fecha clave o el título de una obra. El objetivo de memorizar un dato puede percibirse como un objetivo sencillo a simple vista. Sin embargo, la perspectiva es distinta cuando el temario es extenso y se acumulan los detalles que tienen una gran relevancia.
En ese caso, el estudiante puede utilizar y aplicar diferentes técnicas y recursos para profundizar en el contenido. La mnemotecnia ofrece soluciones que simplifican la rutina de estudio. Es decir, son medios de apoyo en el proceso de memorización. Actúan como un anclaje en este ámbito. De este modo, es posible establecer una asociación de conceptos para alimentar la memoria y el recuerdo. El alumno integra los conceptos que quiere aprender en un marco que le resulta cercano.
Herramientas para memorizar datos y conceptos clave
Ejercitar la memoria en la vida cotidiana es un hábito positivo. Actualmente, un usuario tiene la posibilidad de obtener información directa sobre cualquier tema a través de un clic. Es decir, la tecnología facilita la búsqueda de documentación en torno a una cuestión determinada.
Sin embargo, la capacidad de memorizar también puede debilitarse si no se ejercita. Hoy en día, muchas personas no conocen el número de teléfono de amigos cercanos puesto que ya tienen ese dato integrado en la agenda del móvil. Pues bien, la mnemotecnia invita a ejercitar la capacidad de memorizar por medio de técnicas que alimentan la atención, la concentración y el aprendizaje. Es importante que un estudiante repase los contenidos del examen a partir de los apuntes que él mismo ha elaborado. Del mismo modo, las técnicas de mnemotecnia deben adaptarse a las características personales.
Cómo aplicar la mnemotecnia en el estudio
Una fórmula puede ayudar a un estudiante mientras que otro alumno tiene una experiencia distinta. Es decir, debes potenciar el autoconocimiento, la creatividad y la constancia en la práctica de aquellas reglas de mnemotecnia que tienen tu propio toque personal. Por ejemplo, puedes vincular una fecha de estudio con un acontecimiento personal ocurrido en el mismo día (aunque de distinto año).
También puedes crear una frase original integrada por varios conceptos que quieres memorizar. En otros casos, la técnica de estudio adquiere forma de canción. La rima es otro recurso que puede facilitar la memorización de una palabra, especialmente, cuando resulta pegadiza. Incluso puedes crear términos inventados con sílabas que se alinean con el inicio de dos o tres palabras. La inspiración no solo puede potenciar la memoria auditiva. De hecho, el poder de la imagen también está presente en el ámbito de la mnemotecnia. Es decir, puedes establecer una vinculación con detalles observables.
Es importante personalizar los recursos utilizados porque existen datos que tienen un significado para un alumno mientras que adquieren otra perspectiva diferente para otro estudiante. Ten en cuenta que las experiencias, las vivencias personales y los detalles de la biografía describen aspectos únicos de la existencia. Es decir, la mnemotecnia implica establecer asociaciones y conexiones. Por tanto, puedes utilizar tus propias referencias para identificar una vinculación con los datos que deseas memorizar.
Por ejemplo, quizá puedas establecer una conexión entre un nombre y el modo en el que se llama alguien de tu entorno. Quizá puedas recordar un lugar por la vinculación que una persona querida tiene con ese municipio. Por tanto, es importante entrenar la memoria (y no solo en el ámbito académico).