La motivación laboral es uno de los ingredientes más importantes en el ámbito profesional. De hecho, es un factor que potencia el desarrollo, el aprendizaje, la curiosidad y el crecimiento. También eleva el nivel de felicidad en el puesto de empleo. Por otra parte, repercute de forma inmediata en los resultados y en la productividad. Mejora la calidad del trabajo realizado: crece el nivel de atención al detalle y la implicación.
El grado de motivación laboral que un profesional experimenta en su trayectoria no es estático. Incluso cuando se mantiene de forma estable durante la mayor parte del tiempo, pueden producirse variaciones significativas. Así como el entorno profesional cambia continuamente, las expectativas personales no son inamovibles. De hecho, es habitual que un profesional sienta que ha llegado al final de una etapa que en el pasado le hizo muy feliz. Sin embargo, su realidad interna es diferente. Y ahora quiere emprender un camino que se alinee con sus motivaciones presentes. ¿Qué es la motivación laboral y cómo influye en la vida profesional?
La importancia de la motivación interna
La motivación laboral pone el acento en factores internos que son propios y específicos del trabajador. Es decir, es importante que el profesional utilice sus recursos para alimentar su compromiso, su implicación y su constancia. Es esencial que busque el sentido positivo del trabajo que desarrolla. La visión del puesto de empleo cambia cuando el profesional da un significado valioso a su misión. ¿Por qué es tan esencial conectar con el valor de la motivación interna? Porque no existe ningún puesto de trabajo que sea ideal en la práctica. Las expectativas no cumplidas, los imprevistos, las dificultades y los conflictos también se enmarcan en el ámbito profesional.
Sin embargo, el nivel de resiliencia aumenta cuando el profesional se centra en su ámbito de influencia. Es decir, cuando se fija en lo que puede hacer para alimentar su motivación en las circunstancias que le rodean. Hay muchos factores que no puede modificar, van más allá de su control. Pero la percepción de una situación y el posicionamiento ante ese escenario cambia cuando el trabajador se ocupa de aquellas cuestiones que le implican de manera directa.
El papel de la motivación externa
Es positivo que un trabajador no dependa de forma permanente del elogio o el reconocimiento externo. El refuerzo positivo es muy agradable y eleva el salario emocional. Pero es recomendable que la felicidad profesional no dependa de la respuesta adoptada por otra persona. A pesar de ello, los departamentos de recursos humanos de las empresas son cada vez más conscientes de la importancia que tiene el entorno en la motivación de los empleados.
A su vez, este último factor influye en los resultados de la propia entidad. En caso contrario, cuando este ingrediente no está integrado en la gestión del talento, crece el nivel de rotación en los equipos. Es decir, se producen cambios constantes en el grupo, como muestra la marca de algunos colaboradores y la incorporación de nuevos perfiles. Sin embargo, es recomendable que la empresa cree vínculos estables y duraderos con los profesionales contratados.
El valor de la motivación laboral en los recursos humanos
Aquellas empresas que muestran una imagen positiva de sí mismas atraen de forma especial el talento de los candidatos. Comunican su mejor versión: se presentan como espacios de crecimiento, aprendizaje, innovación, seguridad y bienestar. Características que forman parte de un ambiente agradable de trabajo. Es decir, son factores que alimentan la motivación externa de los profesionales. La motivación laboral actúa como un motor que eleva el nivel de implicación en la realización de un proyecto, en la búsqueda de empleo, en el trabajo en equipo, en un proceso de selección o en cualquier otra situación de la vida profesional.