La entrevista de trabajo es uno de los momentos clave en un proceso de selección. Sin embargo, así como el currículum puede tener formatos y estructuras diferentes, la entrevista también admite distintas posibilidades. En ocasiones, las preguntas del entrevistador ponen el acento en un elemento concreto: las competencias clave. Es decir, quiere analizar qué perfil reúne las destrezas, habilidades, cualidades y capacidades más indicadas para el puesto. En conclusión, quiere saber si su preparación es la adecuada.
El proceso de selección no evoluciona al ritmo del azar, sino que hay una preparación previa. Es decir, la empresa ha realizado una descripción del puesto de empleo. Ha desarrollado un análisis de las tareas y gestiones que se contextualizan en dicho cargo. Y ha definido las competencias clave que debe reunir el perfil que acceda a esa oportunidad profesional.
Preguntas que ponen el foco en situaciones y casos prácticos
En este tipo de entrevista, al igual que en cualquier otro proceso, la pregunta abierta tiene un importante valor. En definitiva, el profesional que responde a los interrogantes comparte información sobre sí mismo y sobre su experiencia previa. De hecho, algunas de las preguntas giran en torno a situaciones y casos reales en las que el profesional tomó decisiones clave, mostró su iniciativa para conseguir un objetivo concreto o solucionar una situación compleja. Es decir, es habitual que el entrevistador plantee una situación determinada al entrevistado y le pregunte qué haría si estuviese en ese contexto.
El trabajo en equipo y el liderazgo son dos de los factores más valorados en el mundo corporativo. Por ello, las empresas buscan talentos que destacan por su capacidad para colaborar o influir de forma positiva en el entorno de trabajo. ¿Y cómo puede un candidato describir su potencial más allá de la formación que ha completado hasta el momento? Las situaciones profesionales que ha superado con éxito o que ha afrontado como un desafío constituyen un importante legado de sabiduría.
El ejercicio profesional está directamente vinculado con el plano de la acción y el hacer. Es decir, la actividad es clave para conseguir metas, cumplir plazos, potenciar la productividad y alcanzar resultados positivos. Pues bien, la entrevista de trabajo por competencias tiene un enfoque muy práctico. Por esta razón, las preguntas giran en torno a cuestiones que se desarrollan en su máxima expresión cuando se materializan desde una perspectiva práctica. El liderazgo y el trabajo en equipo son dos temas habituales. Pero existen otros muchos conceptos que pueden evaluarse de este modo: negociación, resolución de conflictos, gestión del estrés, toma de decisiones difíciles… En este tipo de entrevista, al igual que en otros procesos, el profesional habla de su trayectoria. Pero profundiza en situaciones concretas que tienen un significado positivo por convertirse en un ejemplo de una competencia específica.
Entrevistas que ponen el acento más allá de la formación
La formación no lo dice absolutamente todo sobre otra persona, su conocimiento y su capacidad de aprendizaje. Contar con un título determinado no significa, de forma directa, que el profesional haya desarrollado determinadas competencias. Hay muchos factores que una empresa puede evaluar del perfil de un candidato a un puesto de trabajo. Por ejemplo, sus conocimientos más técnicos, sus habilidades, su comportamiento, su motivación interna, su aptitud y sus competencias. Pues bien, la estructura y el formato de una entrevista por competencias se alinea con este último concepto.
Por ejemplo, si el responsable de recursos humanos busca a un perfil con habilidades para ser un buen líder, las preguntas de la entrevista van a girar, principalmente, en torno a esa cuestión que se sitúa en el centro del proceso de selección.