La escritura y la lectura alimentan el conocimiento en torno a las palabras. A su vez, las palabras forman las oraciones. Algunas de ellas tienen un formato enunciativo. Las oraciones enunciativas están muy presentes en los textos puesto que ponen el acento en datos y hechos. Tienen un importante valor a nivel informativo. Por ejemplo, aportan una observación sobre una cuestión determinada.
El emisor también puede utilizar este tipo de oración en sus conversaciones para informar al interlocutor sobre datos objetivos. Por ejemplo, sobre aquello que hará el próximo fin de semana, sobre una noticia que ha ocurrido en el entorno local o sobre el tiempo previsto para mañana.
Las oraciones enunciativas también reciben el nombre de declarativas
Para potenciar la claridad en una oración enunciativa es recomendable evitar los rodeos. Por ejemplo, conviene poner atención en los aspectos más relevantes: el sujeto, el verbo y el predicado. El sujeto hace referencia al agente que lleva a cabo la acción que describe el verbo. Este último, por su parte, es la parte más relevante del predicado. Es el núcleo principal. Las oraciones enunciativas, además, pueden tener un tono afirmativo o negativo.
En el primer caso, la oración muestra la certeza en torno a un asunto concreto. Por el contrario, el segundo ejemplo integra una negación en la estructura de la oración. El hábito diario de la lectura no solo alimenta la creatividad, el conocimiento personal, el aprendizaje y el descubrimiento. También puedes adentrarte en el contenido de un texto más allá de su perspectiva literaria, filosófica o periodística. Es decir, puedes detenerte en otros aspectos como la estructura y el formato.
Oraciones simples y compuestas
En consecuencia, puedes leer novelas, biografías, relatos, cuentos, ensayos y otro tipo de textos. Durante el propio proceso de la lectura, identificas diferentes oraciones enunciativas. Conviene añadir otra diferenciación para explicar cuál es la característica principal de la oración simple o compuesta. La primera es aquella que, únicamente, posee un sujeto y un predicado. Las oraciones compuestas, por su parte, son más extensas. Tienen más de un verbo. Al realizar el análisis de una oración es esencial identificar los datos más relevantes: el sujeto y el verbo. Pues bien, hay que indicar que existe una concordancia entre ambos. Por ejemplo, este último puede estar formulado en primera o tercera persona del singular.
Las oraciones a las que hacemos referencia en el artículo también reciben el nombre de declarativas. No solo pueden ayudarte a exponer información sobre un hecho que se describe de forma objetiva en sus características principales. También ofrecen recursos de comunicación para compartir un pensamiento o una opinión sobre un tema. De este modo, diferentes personas pueden dialogar en torno a un mismo asunto y alcanzar un mayor nivel de conocimiento a través de la interacción que surge entre ellas.
Existen diferentes tipos de oraciones que se aprenden en lengua y literatura. Por ello, los alumnos que quieren adquirir una visión general sobre el tema pueden cursar un grado especializado en este campo. Las oraciones enunciativas no solo se integran en textos escritos que tienen un componente literario, filosófico o periodístico. Las oraciones y el lenguaje también están muy integrados en el ámbito del marketing y la publicidad. Actualmente, la escritura también forma parte de la rutina profesional de muchos trabajadores. Por ejemplo, es un medio que utilizas para redactar el currículum o la carta de presentación. Y el conocimiento del lenguaje y de sus estructuras gramaticales abre puertas. Ten en cuenta que la propia estructura de la oración puede influir positivamente en el nivel de claridad del mensaje expuesto en un correo.