Muchos alumnos se plantean el objetivo académico de realizar un máster. Es un título que aporta un mayor nivel de especialización al currículum. Y, en consecuencia, proporciona habilidades y competencias que elevan el nivel de empleabilidad. Generalmente, el alumno busca un título que complete su formación universitaria tras haber finalizado una carrera.
En ese caso, tras el final del último curso se adentra en una nueva etapa. Es habitual deducir que para realizar la matrícula en un máster, es imprescindible acreditar la realización de un título universitario. Sin embargo, actualmente hay una extensa oferta académica.
¿Cuándo es posible realizar un máster sin estudiar una carrera?
Existen muchas instituciones y centros que ofrecen una amplia variedad de programas adaptados a las expectativas de diferentes perfiles de alumnos. Por ello, si quieres realizar un máster, debes consultar cuáles son los requisitos de acceso para comenzar las clases. Pues bien, como puedes leer en algunas de las convocatorias publicadas, sí existen alternativas que permiten estudiar un máster sin haber realizado una carrera.
Sin embargo, aunque el profesional no posea dicha formación previa, sí debe contar con la capacidad, las competencias y el conocimiento necesario para conseguir los objetivos académicos del programa. Por ejemplo, quizá sea un profesional que tiene una amplia experiencia en el ámbito de especialización del máster. Y, de este modo, posee el conocimiento proporcionado por tantos años de experiencia práctica. Alguien que ha trabajado durante muchos años en un mismo oficio, ha desarrollado numerosas competencias por medio de la formación que ofrece la experiencia.
Por tanto, los másteres sin carrera se dirigen a un amplio público objetivo. Aunque cada año acuden nuevos alumnos a la universidad, ese no es el único camino posible. De hecho, la Formación Profesional destaca por su carácter eminentemente práctico. En otros casos ocurre que, profesionales que no estudiaron en su juventud, retoman el contacto con los libros después de los 40 años. Y se marcan nuevos objetivos de reinvención profesional a través de la preparación previa. Pues bien, aquellos perfiles que no disponen de una carrera universitaria no tienen por qué renunciar al objetivo de cursar un máster.
Sin embargo, conviene puntualizar que existen diferentes tipos de másteres. Un máster oficial es aquel que cuenta con un elevado nivel de reconocimiento en el ámbito empresarial. Es decir, abre puertas en la búsqueda de empleo y en la carrera laboral. Generalmente, los alumnos han superado un exigente proceso de selección para participar en el programa.
Pero también existen títulos propios desarrollados por instituciones educativas que ofrecen condiciones de acceso más flexibles. En ese caso, puedes encontrar propuestas de formación que pueden realizarse sin haber finalizado una carrera previa. Por ello, si durante el próximo curso quieres realizar un programa, puedes orientar tu búsqueda en este campo.
Máster oficial o título propio
Actualmente, el mundo de la formación se alinea con las necesidades de los profesionales. La necesidad de seguir estudiando es una prioridad en un momento en el que la adaptación al cambio es constante. De este modo, la adquisición de nuevas habilidades y competencias es clave para afrontar nuevas situaciones. Por ello, la amplia oferta académica ofrece soluciones adaptadas a situaciones diferentes. El nivel de cualificación de un profesional puede estar acreditado por la experiencia adquirida.
Así ocurre cuando un perfil con una larga trayectoria posee numerosas competencias para trabajar en un puesto de empleo. ¿El título de una carrera universitaria se convierte en una condición indispensable para optar a un Máster? Es importante haber finalizado la etapa previa para estudiar un máster oficial. Pero recuerda que existen otros títulos específicos que presentan unas condiciones de acceso mucho más flexibles.