Al leer un tema, es importante que el alumno razone aquello que está estudiando para expresar el contenido con sus propias palabras. Sin embargo, siempre existen conceptos, datos e ideas que deben memorizarse. En Formación y Estudios te damos algunas técnicas para lograr este objetivo.
Esquemas
Una de las ventajas de esta técnica de estudio es que simplifica la información de un texto al sintetizar y poner en conexión las ideas principales. La información visual de un esquema te ayuda a memorizar estos datos a través del repaso. Es recomendable que te ocupes de elaborar tus propios esquemas. De este modo, el tiempo que dedicas a realizar este ejercicio, también te ayuda a asimilar ideas.
Comparte aquello que has aprendido
Imagina que en la habitación en la que te encuentras hay otra persona a la que quieres contarle aquello que has aprendido. Expresa la información en voz alta, verbaliza las distintas ideas. Tal vez en algún momento, un amigo o un familiar pueda ayudarte en este repaso al hacerte algunas preguntas.
Pero no siempre contarás con alguien que pueda realizar esta tarea. Por esta razón, para potenciar tu autonomía en el estudio, puedes ponerte en situación al expresar en voz alta aquello que quieres memorizar.
Lee en voz alta y también en silencio
Durante el estudio, puedes ejercitar estos tipos de lectura. La lectura silenciosa propicia la concentración y la comprensión lectora. Por otra parte, la lectura en voz alta te ayuda a escucharte a ti mismo mientras vives esta experiencia. Cada tipo de lectura tiene su momento. Por ejemplo, cuando estudias en la biblioteca, debes leer en silencio para no interrumpir el estudio de otros alumnos que se encuentren en el lugar.
Utiliza la asociación de ideas
Tal vez un término presente algún tipo de dificultad y, sin embargo, puedas observarlo desde otra perspectiva si lo pones en relación con un dato que te resulta familiar. En ese caso, es importante que utilices tu imaginación para ejercitar esta asociación de ideas. Pero es recomendable que la fórmula seleccionada sea sencilla, si se trata de una propuesta muy compleja, puede ocurrir que pronto olvides la conexión que existe entre ambas ideas.
Escribe las palabras difíciles
Existen conceptos que pueden ser complejos. En ese caso, escribe esos términos a mano en varias ocasiones. Del mismo modo, pon atención al significado de esos términos. Si existe una palabra que desconoces en el contexto de una oración, consulta ese dato en el diccionario. Pero, en primer lugar, intenta deducir a partir del contexto en el que se encuentra esa palabra, qué quiere decir ese término.
Subraya lo importante
Diferencia a nivel visual aquellas partes del texto que sintetizan las ideas principales. Esta es una de las técnicas de estudio más utilizadas por los estudiantes. Y esta es una medida práctica para potenciar la memoria visual. Al utilizar un color que te gusta para enmarcar esa información relevante, contextualizas esos datos dentro de cada párrafo. Y te resulta más fácil encontrar la información principal cada vez que consultas el tema.
Anticipación positiva: alimenta tu motivación de forma consciente
No todos los días fluyen de igual modo en el estudio, sin embargo, es recomendable que tu interpretación de las jornadas no dependa, únicamente, de los factores externos. Toma la iniciativa para crear un entorno de estudio agradable que, por tanto, se convierta en el escenario de una agradable bienvenida. Si te sientes bien en tu zona de estudio, tu nivel de motivación aumenta. Y este hecho también se manifiesta en los resultados.
Por último, utiliza las técnicas para memorizar que más te ayudan a ti en este momento.